Adultos y niños tienen formas muy diferentes de aprender. En los tres primeros meses de vida un bebé recibe muchísima información y, aunque nos pueda parecer increíble, la almacena y retiene para, poco a poco, a medida que crece y se desarrolla, ir ordenando y asociando todos esos conceptos y realidades. Sin embargo, un adulto ya tiene unas construcciones hechas y sobre ellas sigue trabajando y desarrollando. Esos vicios y manías de partida sumados evidentemente al paso del tiempo por nuestro cerebro hacen que aprender sea mucho más complicado a medida que cumplimos años. Nuestra última opción es la repetición, constante y consciente.
La repetición consciente es algo que también funciona en los pequeños a la hora de ayudarles a aprender más fácilmente un segundo o tercer idioma desde bebés. No se trata de repetir palabras una y otra vez para que los niños memoricen la pronunciación, su gramática y su significado: consiste en repetir la misma palabra en contextos diferentes para que ellos de una forma natural se vayan familiarizando con ella e introduciendo en sus cajones conceptuales, dándole toda la perspectiva que precisa.
Hay investigaciones que señalan que la repetición es una fórmula básica y fundamental para ejercitar el músculo de la memoria pero también indican que aprender es algo voluntario, algo que debe hacerse de forma natural pero consciente y que exige un cierto esfuerzo por parte del sujeto, ya sea un bebé (que lo tendrá más fácil) o un adulto. Todos tenemos que poner una parte activa, un interés, tener una motivación fuerte que nos lleve a ser constantes, que nos lleve a repetir, a escuchar con atención y a memorizar aquello que es importante.
Escuchar, repetir, comprender
En Kids&Us Mallorca así como en todos los centros Kids&Us del mundo defendemos un método de aprendizaje del inglés que se basa en entender este segundo idioma como si fuera la lengua materna del bebé, combinándola con esta desde el primer año de vida del pequeño. Por ello, aún antes (mucho antes) de que nuestros niños aprendan a hablar correctamente en nuestro idioma, tratamos de hacer una inmersión de escucha activa en inglés, con temas divertidos que encajan a la perfección con la edad del niño y que atrapa su interés. Este interés y curiosidad es la motivación de nuestros peques para escuchar y repetir de forma consciente.
Esta fase de listening es la más importante y dura siempre: nunca dejamos de aprender, de mejorar. Pero a ella se van sumando otras como es la de la comprensión: darle un sentido a todo eso que escuchan. Una vez que un niño sabe expresarse verbalmente y, por tanto, crea estructuras mentales en inglés, avanzamos para que pueda mejorarlas y consolidarlas con la fase de writing, que ya sería la que más se conoce ya que es por la que suelen empezar en el colegio. El problema es precisamente empezar de lleno con esta parte sin ofrecer todo el proceso anterior que es el realmente fundamental para que podamos hablar con el tiempo de personas bilingües.